El próximo día 30 de Diciembre se celebra la festividad de la Sagrada Familia, para que recordemos aquel humilde hogar que Dios quiso elegir para hacerse hombre. Es una fiesta estupenda para darnos cuenta también de todo lo que tenemos que aprender de ellos, para que también nosotros podamos acoger al Niño, y pueda así nacer una vez más en nosotros.
- Que aprendamos de San José, a confiar en la Providencia. Lo prevemos y lo programamos todo, pero en el fondo, el ser tan calculadores supone poca confianza en Dios. Confiar en la providencia es la actitud más realista, pues nadie tiene el control total de su destino personal, matrimonial, familiar, profesional, etc. No lo tuvo José, y menos aún lo tendremos nosotros. La Navidad es una profunda lección sobre la providencia de Dios, que muchas veces lleva nuestra vida al margen de nuestros cálculos y previsiones particulares. La apertura a la Providencia divina nos ubica en nuestra realidad de criaturas de un Dios que ve y actúa más allá de las circunstancias prósperas y adversas, llevando siempre las cosas del modo que más conviene. Aquel fue el caso de José, y puede ser también el nuestro, si aprendemos como él, a confiar en la Providencia.