Reflexión nocturna...

El miércoles pasado, lo primero que dijo el sacerdote (perdonadme por no acordarme de su nombre) me llamó especialmente la atención: hay unas personas que saben bien lo que quieren hacer con su vida y otra gente que, como las cebollas, tienen muchas capas y no saben encontrar un camino claro (quién no se acordó de Shrek al escuchar aquello). Bueno, pero también aclaró que entre medias hay más grupos: "¿en dónde te encuentras tú?" Me pregunté en seguida....

Lo siguiente que nos dijo(ya entrado en el tema que nos concernía) es que en su exposición pretendía centrarse más en la EXPERIENCIA de Dios: ¿hasta qué punto soy consciente de mi experiencia con Él?

Cuando habló del ateísmo, agnosticismo..., sabemos a qué se refería, y es verdad que la indiferencia es algo que aumenta más en los tiempos de ahora. Tal vez el ajetreo diario no te deje pensar ni un segundo en menesteres espirituales, o tal vez es que prefieres no pensar para no comerte más el coco...

Ahora bien, ¿has probado a poner DE VERDAD a DIOS en el CENTRO de tu vida? ¿Cómo se hace eso?


Unos necesitan poder razonarlo antes de sentirlo; otros directamente, lo sienten y luego (tal vez) razonan por qué estando Dios en el centro pueden alcanzar lo que antes ansiaban y no sabían encontrar. Aunque no hay que confiarse... Como una buena amistad, hay que mantenerlo y más de una vez desviamos la recta y la hacemos demasiado curva (creo que aquí la física cuántica me perdió :). Me imagino que como todo en esta vida, será mucho más complejo el asunto, no se ofenda nadie si parecen demasiado simples mis pensamientos (no así mis palabras).

Sin embargo, mantengo mi duda del principio....

Continuamos... Dios, nos dijo el sacerdote, se deja sentir cuando quiere y como quiere. "Pues vaya, qué listo, así cualquiera.....", podríamos pensar unos cuantos. Y añadió que Él también nos da la oportunidad de buscarle..... Y..... ¿Cómo puede ser eso?

Imaginemos un cuadro de Velázquez, Las lanzas, por ejemplo. Fijaos la cantidad de detalles que guarda en sus recovecos. El pintor, cuando lo hizo, no fue por puro azar, sino que pensó dónde quería que resalte cada personaje y dar así una armonía a su obra. ¿Tal vez Dios nos quiera decir lo mismo? Pero, ¿cómo nos lo dice? ¡¡¡No lo entiendo!!! ¿Qué pinto yo en esta vida? ¿Te has buscado alguna vez, y de verdad, en ese cuadro viviente?

Nos decía nuestro interlocutor que cuando se experimenta por primera vez a Dios se crea un misterio que supera, sin duda, nuestra razón. Tal vez eso se dé de más niño, cuando comienzan a hablarte como si fueras un adulto. En la pre-adolescencia, las diferentes versiones de los que te rodean sobre lo que es o no es Dios, nuestras amistades, nuestra familia..., pero algunas veces, sin saber el porqué, las experiencias en este mundo, te dejan anonadado, fascinado. Hay algo que te atrae hacia no sabes muy bien dónde, pero sigues buscando porque quieres ver qué pasa.

Y es ahí cuando podríamos fijarnos en lo grandes o pequeños que podemos llegar a ser como ser humano (si hablamos del mundo subatómico o del universo, respectivamente). ¿Qué es el hombre para que te acuerdes del él, Señor?, rezaba un salmista. 


Decía el profesor para terminar su charla (relatando a Einstein) que profundizar para lograr un mayor conocimiento de las cosas, provocaba una gran satisfacción, como pudo tener Newton al descubrir la ley de la gravedad (la manzana le daría la idea, pero me imagino que estudiaría bastante para encontrar una respuesta a su búsqueda), pero tb añadió una frase que me gustó y que creí que podría reflejar esa búsqueda, esa cuestión que me había planteado al principio de esta reflexión, para con Dios: "No sé lo que eres, pero sé que estás ahí".

Una frase que no te lleva al final de tu búsqueda, bien es verdad, pero sí que reflejó a mi entender el fruto de una experiencia de Dios y que dibujó en mí  una sonrisa en esos momentos... Porque el misterio continúa; éste se hace incluso más grande y atrayente por cada día que pasa, pero tal y como se conforma me gusta, porque para mí no tendría gracia si descubriera totalmente el pastel ahora mismo.

Y bueno, volviendo a mi pregunta inicial, puedo decir y concluyo: tengo una escala de valores, como muchos de nosotros, pero la verdad es que no sé muy bien qué quiero hacer con mi vida ahora mismo, no tengo muy claro el camino a seguir, aunque una cosa sí que tengo clara, y es que la experiencia de Dios la tengo, y cada vez que me desvíe sabré que estando Dios en el centro de mi vida, ésta tendrá un sentido y un camino por el que volver a surgir.

Gracias y buenas noches :)

P.D. La falta de sueño me hace desvariar bastante, lo sé..., así que... quien lo entienda, bien, gracias, quien no lo entienda, también bien, quien esté en contra, que me pregunte, a quien le sea indiferente, tampoco le culpo por ello :p

2 comentarios:

Luis Antonio Curiel dijo...

Laura, gracias por tus palabras y por tu reflexión. Desde luego que, en mi caso, me has refrescado algunas cuestiones que nos plantearon ayer y que tienen mucha profundidad. Sin duda alguna, hay interrogantes difíciles de responder, pero está claro que hay que intentarlo. Y me encanta tu final, cuando habrlas de tu proceso de búsqueda y cómo teniendo a Dios en el centro todo tiene sentid. ¡A dormir!

Carmen dijo...

Muchas gracias por compartir un resumen tan estupendo!! A ver si ahora se nos animan los ingenieros con la parte más científica, no?? jeje

Publicar un comentario

Acuérdate de decirnos quien eres!!

Translate

Buscar...

Licencia...