La experiencia de Dios. Creer en Dios

Actitudes previas, disposiciones personales:

• Hay personas que se hacen a sí mismas, que saben lo que quieren y luchan por conseguirlo; y personas que marchan sin rumbo, a merced del viento que sopla en cada momento. Entre ambos extremos está la mayoría de la gente. 
• Revisemos los valores por los que nos movemos. Nuestra escala de valores
• La coherencia de la persona. Las exigencias del compromiso cristiano

1.Para la reflexión particular:

• ¿Qué tipo de persona soy? ¿Sé lo que quiero en la vida o me dejo llevar por las circunstancias?
• Se sugiere escribir una lista con todas aquellas cosas que son valores para quien reflexiona. Una vez escrita la lista conviene ordenar los distintos valores, según la importancia que en realidad se dé a cada uno. Hecho esto, se puede someter a crítica la lista y ver si las cosas deberían continuar así o cambiar.
• ¿Soy una persona coherente? ¿Actúo habitualmente conforma a lo que creo que debo hacer?
• ¿Hasta qué punto es central en mi vida lo que Dios supone? ¿Es algo más, junto con otras cosas?
• ¿Me siento realmente como puro don de Dios, como criatura Suya?

2.Para la reflexión en el grupo:

•  Si tenemos suficiente confianza con los miembros del grupo, podría ser útil poner en común los resultados a los que ha llagado cada quien al elaborar su propia escala de valores. E incluso, si nos animamos, tratar otros aspectos que se hayan visto en la reflexión personal.
• Analizar los ambientes en los que cada uno de desenvuelve y ver cuáles son las actitudes más frecuentes: ateísmo, agnosticismo, indiferencia religiosa o religiosidad "ramplona" (Dios es una cosa más)
• Hecho el análisis anterior, podemos sugerir respuestas adecuadas para mejorar ese entorno. Respuestas por parte de:
• Cada uno de los componentes del grupo, actuando de forma individual
• El grupo en cuanto tal, estudiando las posibilidades de acciones conjuntas
• La parroquia, los otros grupos que se encuentran en ella, en un esfuerzo de acción conjunta
• Los mismos sacerdotes en la orientación de su actividad
• Aunque el tema debe tratarse con delicadeza, puede hacerse una exposición de experiencias religiosas que hayan sido particularmente intensas; bien experiencias habidas por quien las relata, bien experiencias de tras personas sobre las que tengamos conocimiento
• Sugerir medios y procedimientos que ayuden a conocer mejor a Dios, a "sentirlo" más de cerca, a interpretar bien el papel que Dios tiene asignado a cada uno de nosotros.