María Inmaculada

   ¡¡Hoy celebramos una de mis fiestas favoritas del año!! Y no solamente por lo mucho que esta fecha significa en mi historia personal (que también...), sino especialmente porque es una fiesta preciosa para piropear a la Virgen y gritarle aquello de "guapa y guapa" como dice la canción.

   Parece que hoy en día vivimos en medio del Yo-Mi-Me-Conmigo. Se valora sobremanera el liderazgo sobre la colaboración, el mando sobre la disponibilidad, lo que uno hace sobre lo que uno es... en definitiva, no deja de ser el egoísmo sobre la empatía, y con tanto YO nos hemos cargado el TÚ o el NOSOTROS.

   Y en medio de todo esto, se nos recuerda una vez más a María, que es un grandísimo ejemplo de todo lo contrario. Hoy celebramos que Ella había sido preservada del pecado desde el mismo instante de su concepción, dado que tendría que asumir un papel fundamental en la Salvación. Por eso Ella es llena de Gracia y bendita entre las mujeres, hasta el punto de declararse esclava del Señor como muestra de una infinita confianza en Él; consciente del "papelón" en que se estaba metiendo, pero dispuesta a asumirlo en un acto de confianza y entrega sin condiciones. En Ella tenemos al ser humano más excepcional que haya existido, una mujer capaz de dar un Sí total y absoluto, todo un ejemplo de esa valentía y amor que decíamos el otro día, y que todos deberíamos llevar por el mundo, que buena falta le hace.